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Francisco Pizarro: La Conquista del Imperio Inca

Tabla de contenido

¿Quién fue Francisco Pizarro?

 

El hombre que llegaría a ser conocido como Francisco Pizarro nació aproximadamente en 1475 en Trujillo, una pequeña localidad de Extremadura, España. Estos fueron tiempos de cambios y exploración, y su infancia y juventud estuvieron marcadas por la pobreza. No obstante, esta difícil crianza lo prepararía para los desafíos que encontraría en el Nuevo Mundo. Era hijo de un hidalgo menor y de una mujer de clase media. En su juventud, Pizarro se alistó en el ejército y participó en las guerras de Italia. En 1502, se embarcó hacia América, donde participó en varias expediciones a las costas de América Central y del Caribe.

La conquista de Tierra Firme

 

El primer contacto de Pizarro con el Nuevo Mundo ocurrió en 1502 cuando se unió a una expedición hacia la costa de Urabá, lo que hoy es Colombia. Este viaje lo introdujo a las realidades de la exploración y la conquista en un territorio totalmente desconocido. Después de varios años de luchas infructuosas y fracasos, regresó a España en busca de apoyo financiero y respaldo para futuras expediciones. 

En 1513, Pizarro participó en la expedición de Vasco Núñez de Balboa, que descubrió el océano Pacífico. Este descubrimiento despertó el interés de Pizarro por las riquezas del Perú, que se rumoreaba que eran inmensas.

En 1524, Pizarro se unió a Diego de Almagro y Hernando de Luque para organizar una expedición al Perú. La expedición partió en 1524 y llegó a las costas del Perú en 1526. Sin embargo, los españoles fueron derrotados por los incas y se vieron obligados a regresar a Panamá.

En 1528, Pizarro organizó una segunda expedición al Perú. Esta vez, la expedición fue más exitosa y logró llegar a la capital del Imperio inca, Cuzco.

El encuentro con los Incas

 

El punto de inflexión en la vida de Pizarro llegó en 1532, cuando lideró una expedición hacia el corazón del Imperio Inca. Su encuentro con el líder inca, Atahualpa, en la ciudad de Cajamarca, marcó un hito en la historia. Aprovechando las divisiones internas en el imperio, Francisco Pizarro tomó prisionero a Atahualpa y, eventualmente, conquistó Cuzco, la capital inca.

Óleo de La captura de Atahualpa en Cajamarca por Francisco Pizarro
La captura de Atahualpa en Cajamarca por Juan Lepiani.

Primera ciudad fundada por Francisco Pizarro

 

Tras consolidar su control sobre gran parte del Imperio Inca, Pizarro fundó la ciudad de Lima en 1535. Esta ciudad se convertiría en la capital del Virreinato del Perú y en un importante centro de poder español en América del Sur. Lima se convirtió en un crisol de culturas, donde las tradiciones españolas e indígenas se entrelazaron, dejando una huella duradera en la historia de la región.

¿Cómo murió Francisco Pizarro?

 

Pizarro se convirtió en el gobernador del Perú, sin embargo, su gobierno fue turbulento y estuvo plagado de conflictos con Diego de Almagro y sus seguidores. En 1541, Pizarro fue asesinado por los partidarios de Almagro. La vida de Pizarro estuvo marcada por la lucha constante, tanto en el campo de batalla como en el ámbito político. Su muerte fue un triste final para un hombre que había desempeñado un papel tan influyente en la conquista de América del Sur.

El papel de los Tercios 

 

Uno de los factores clave en las hazañas de Pizarro fue el destacamento militar conocido como los “Tercios de Pizarro“. Estos eran grupos de soldados españoles altamente entrenados y disciplinados que desempeñaron un papel crucial en sus campañas. Su habilidad y dedicación fueron fundamentales para el éxito de Pizarro en la conquista de los territorios incaicos.

El legado 

 

El legado de Pizarro es complejo y controvertido. Por un lado, sus acciones llevaron al colapso del Imperio Inca y al establecimiento del dominio español en la región. Por otro lado, su vida y sus decisiones continúan siendo objeto de debate y estudio en la actualidad. Este debate subraya la complejidad de la conquista y su legado. La llegada de los españoles al Nuevo Mundo también tuvo un impacto lingüístico significativo. La imposición del idioma español y la mezcla de lenguas indígenas dieron lugar a la formación de dialectos regionales conocidos como lenguas criollas. Estos idiomas aún se hablan en algunas comunidades y representan un testimonio vivo de la influencia española en la región.

Algunas tradiciones y elementos culturales del Imperio Inca han llegado a nuestros días . La arquitectura incaica, como las impresionantes ruinas de Machu Picchu, sigue siendo un testimonio de la grandeza de esta civilización. Además, la resistencia de las poblaciones indígenas contribuyó a preservar aspectos de su cultura.

Imagen de las ruinas de Machu picchu vistas desde lejos
Ruinas de la ciudad de Machu Picchu en la actualidad

El futuro de la investigación

 

El estudio de Francisco Pizarro y su conquista continúa siendo un campo de investigación activo. Los historiadores y arqueólogos siguen desenterrando nuevos datos y perspectivas sobre este periodo crucial de la historia. A medida que se descubren más evidencias, nuestro entendimiento de este período evoluciona, arrojando luz sobre aspectos previamente desconocidos de la conquista.

Homenajes y reconocimiento

 

A pesar de las controversias que rodean su legado, Francisco Pizarro ha sido homenajeado en numerosas ocasiones. En Lima, la Plaza Mayor alberga una estatua ecuestre en su honor, recordando su papel en la fundación de la ciudad. Además, su figura aparece en pinturas, novelas históricas y películas que han mantenido viva su memoria.

El contexto de la época

 

El papel de Francisco Pizarro en la conquista ha sido objeto de un debate histórico continuo. Algunos lo ven como un explorador valiente que abrió nuevas rutas y posibilidades, mientras que otros lo condenan por las consecuencias devastadoras de su conquista. Este debate subraya la complejidad de la historia y la dificultad de juzgar eventos del pasado desde la perspectiva actual.

Para comprender completamente la figura de Francisco Pizarro, es fundamental tener en cuenta el contexto de la época en la que vivió. El siglo XVI fue una era de expansión europea, ambición desmedida y rivalidades entre las potencias coloniales. En este contexto, Pizarro fue un hombre de su tiempo, motivado por el espíritu de la época y por la búsqueda de riquezas y reconocimiento.

La figura de Francisco Pizarro es, en última instancia, un recordatorio de la complejidad de la historia y las repercusiones duraderas de los eventos del pasado. Su vida y legado abarcan una amplia gama de temas, desde la conquista y la exploración hasta el choque de culturas y las consecuencias a largo plazo. El estudio de Pizarro nos desafía a examinar críticamente la historia y comprender sus matices.

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