Seguramente muchas veces has oído hablar de la Cruz de Borgoña sin saber exactamente de qué se trataba. Pues bien, se trata nada menos de una de las banderas más importantes de la historia de España, y la que es considerada como bandera del Imperio Español, y te contamos por qué.
La cruz de Borgoña, también llamada Aspa de Borgoña, es una cruz cristiana de color rojo con los troncos en forma de “x”. Se trata de una representación de la cruz de San Andrés, apóstol que fue crucificado en Patrás, en Grecia, con los troncos en forma de “x”. La cruz de Borgoña fue el emblema de la Casa de Borgoña, una dinastía europea que gobernó en Francia, España, los Países Bajos y otros territorios. En el siglo XV, la cruz de Borgoña se convirtió en el emblema del Imperio español.
La cruz de Borgoña apareció por primera vez en las banderas y escudos de España en el siglo XV. Fue utilizada por las tropas de Juan I de Castilla durante la guerra de los Cien Años. En 1506, Felipe I de Castilla, de la Casa de Borgoña, introdujo la cruz de Borgoña como emblema de España. La cruz de Borgoña fue el emblema de España durante más de 200 años. Apareció en las banderas y escudos de España, así como en las banderas y escudos de los territorios españoles. La cruz de Borgoña también fue utilizada por la Armada española.
Dicho esto, puede que te surjan varias preguntas… Antes que Felipe I “el Hermoso”, en España gobernaron los Reyes Católicos. Entonces, ¿qué bandera había? ¿Hay una bandera más antigua que la Cruz de Borgoña? Vamos a verlo.
Pues lo cierto es que, en realidad, la bandera más antigua de España es la Cruz de Borgoña. No obstante, si te preguntas cómo era la bandera de España en 1492, podríamos considerar el Pendón Real de los Reyes Católicos como un importante símbolo de unificación entre las Coronas de Aragón y de Castilla, y teniendo en cuenta que una bandera se emplea como insignia de un país, un equipo, una dinastía, etc, el Pendón Real tenía sin duda esta función. La unión de las dos coronas fue el primer paso hacia lo que hoy conocemos como España, por lo tanto, no es baladí considerar el escudo de los Reyes Católicos como el primer símbolo o bandera de España.
Tras la muerte sin descendencia de Carlos II, España se sumió en una terrible guerra de sucesión que implicó a varias potencias Europeas. Los Borbones, que ganaron la Guerra de Sucesión española, decidieron cambiar la bandera de España para diferenciarse de los Austrias, que habían sido derrotados. El nuevo rey, Felipe V, optó por una bandera con las armas reales sobre paño blanco, en lugar de la cruz de Borgoña, que era el símbolo de los Austrias. La cruz de Borgoña siguió siendo un símbolo importante para España, pero ya no era la bandera oficial. Se siguió utilizando en las banderas y escudos de las Fuerzas Armadas españolas, y también apareció en algunos escudos de armas españoles.
Pero entonces, la bandera que hoy todos conocemos, la rojigualda, ¿quién la creó?
Fue Carlos III quien puso los colores a la bandera de España. Cuando llegó al trono, en 1759, decidió cambiar la bandera del país. La bandera anterior, la cruz de Borgoña, era un símbolo de la Casa de Austria, que había gobernado España durante los siglos anteriores. Carlos III, que era de la Casa de Borbón, quería una bandera más neutra, que no estuviera asociada a ninguna dinastía en particular.
En 1785, Carlos III instituyó una nueva bandera para España, con tres franjas horizontales de color rojo, amarillo y rojo. Esta bandera, conocida como la rojigualda, se convirtió en la bandera oficial de la Armada española.
Sin embargo, la rojigualda no se convirtió en la bandera oficial de toda España hasta 1843, durante el reinado de Isabel II. En ese año, Isabel II promulgó un Real Decreto que ordenaba la sustitución de todas las enseñas del Ejército por otras nuevas rojigualdas.
De este modo, la rojigualda se convirtió en la bandera oficial de España, un símbolo que perdura hasta la actualidad.
Tanto antiguamente como en la actualidad, la bandera de la Cruz de Borgoña que hemos mencionado anteriormente fue utilizada por los Tercios españoles. Los Tercios españoles fueron unidades de infantería creadas en el siglo XVI para combatir en las guerras religiosas y territoriales de Europa y el mundo entero. Se convirtieron en la fuerza militar más poderosa de su tiempo, y fueron responsables de muchas victorias españolas.
Las banderas de los tercios eran un elemento importante de su identidad. Eran grandes y llamativas, y estaban diseñadas para inspirar a los soldados y aterrorizar a los enemigos. Las banderas de los tercios estaban hechas de tela de lino o seda, y estaban pintadas con colores vivos. El diseño más común era una cruz de Borgoña sobre un fondo blanco, aunque cada Tercio podía tener un diseño único, tal y como mostramos en la siguiente imagen.
La Cruz de Borgoña, con o sin nudos, es un símbolo que sigue estando presente en las Fuerzas Armadas españolas. Se puede ver en el centro de los guiones y banderines de la mayoría de las unidades del ejército, a excepción de algunas, como la Legión, la Brigada Paracaidista o el Regimiento Inmemorial del Rey.
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